domingo, 30 de enero de 2011

Regreso a la Serratilla

Desde mi última subida, en junio del 2009, no había vuelto a la Serratilla; así que decidimos volver hoy, ya que pillaba bien para reunirnos con mi hermano Jose en la estación, puesto que él venía de Murcia. Así que los otros dos miembros del exiguo pelotón (Joaquín Salinas y un servidor) salimos hacia la estación de Calasparra, por la ruta típica; naturalmente, previo paso por "la Pepa" para desayunar.

Una vez reunido el grupo, salimos los tres desde la estación con la intención de inspeccionar algunos caminos inéditos en lo que a la bici se refiere, por la zona de Las Hoyicas. Paraje precioso entre curvas del río Segura, donde alguna vez hemos pasado buenos ratos de lumbre y migas con la familia Ríos y amigos. (PD: ¿para cuando una excursión ciclista que termine allí con la lumbre encendida y unas buenas migas?).

Desde ahí subimos algunos repechos en dirección a la cantera de mármol que hay por la zona, girando a la derecha para bajar hasta el río, donde comienza la verdadera ascensión.



La subida tiene una longitud de 2,8 kilómetros, en los que se suben 195 metros de desnivel; esto da un desnivel medio del 7%, nada exagerado, pero hay varios factores que creo que endurecen la subida. Primero, el estado del piso, que en algunos tramos es sólo regular; segundo, es una subida continuada, sin un solo metro llano que sirva de descanso; tercero, hay un par de rampas que se acercan al 15% de desnivel; y cuarto, la ruta está formada por varias rectas y sin árboles a los lados, mentalmente esto te machaca porque en todo momento estás viendo lo que tienes por delante.

Así que, como digo, la subida se hace durilla, pero una vez arriba se obtiene la merecida recompensa: una espectacular vista de las curvas que forma en esa zona el río Segura, y en especial la zona del Santuario. Mi mala cabeza hace que olvide hacer fotos, pero he "robado" una de nuestra anterior subida:



Durante el almuerzo en la cima, decidimos investigar algunos caminos que discurren junto al río a nuestros pies; así que tras reponer fuerzas descendemos y giramos a la izquierda en dirección a la loma que hay enfrente del Santuario (el punto desde donde se tiraba el castillo de fuegos artificiales el día de la romería). Bajamos la loma y circulamos, andando la mayor parte del tiempo por una supuesta senda que va por la margen izquierda del río, hasta que nos caemos del burro y decidimos dar la vuelta, porque por ahí no íbamos a ningún sitio.

Decidimos entonces que hay que cruzar el río, no nos apetece en absoluto volver a subir la loma y volver por donde llegamos; así que buscamos un sitio por donde poder vadearlo. El sitio finalmente es en las Juntas, a donde llegamos tras pasar por un espeso bosque de chopos y zarzas. Al otro lado, una pareja nos mira con sorpresa al aparecer en la orilla contraria; creo que no adivinan todavía lo que estamos apunto de hacer.

Y lo que hacemos pues es que directamente y sin pensarlo mucho (y sin siquiera descalzarnos), nos lanzamos a cruzar el río. Por fortuna, no va con mucho caudal, pero aún así, en algunos puntos llega más arriba de la rodilla. Aquí un servidor en plena faena:



En fin, el Joaquín Salinas suele decir que le gustan las rutas donde pasemos con zonas de agua (pantanos, ríos, etc.); creo que más cerca del agua que hoy va a ser difícil que estemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario